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Antecedentes históricos

En el Gobierno de Evo Morales, los cocaleros de los Yungas sufrieron una brutal represión por parte de la policía boliviana. (Foto: FmBolivia)

La historia de la organización de los cocaleros:

  • La lucha por la reivindicación de la hoja de coca

La sagrada hoja de coca ha sido objeto de cuestionamientos, satanización, calumnias y persecuciones por parte de gobiernos republicanos, tanto democráticos como dictatoriales, quienes obedecían mandatos de organismos externos. Esta situación motivó la necesidad de que los productores de coca se organizaran como un solo ente para defender la hoja sagrada, que forma parte de la historia y cultura de los pueblos que la producen y la consumen.

Primer Congreso de Productores de Coca (1983)

Del 6 al 9 de mayo de 1983 se llevó a cabo en Cochabamba el primer Congreso de Productores de Coca, con la participación de cocaleros de los Yungas de La Paz y del Trópico de Cochabamba. El evento fue inaugurado por el legendario líder sindical don Juan Lechín Oquendo, en su calidad de Secretario Ejecutivo de la Central Obrera Boliviana (C.O.B.), junto a Genaro Flores Santos, Secretario Ejecutivo de la Confederación Sindical Única de Trabajadores Campesinos de Bolivia (C.S.U.T.C.B.). En este congreso se creó el CONCOCA como la primera organización cocalera a nivel nacional.

Creación de la Asociación Nacional de Productores de Coca (ANAPCOCA)

En el mismo Congreso se acordó la creación de una organización popular con visión empresarial (Empresa Popular) a nivel nacional, que posteriormente se llamaría Asociación Nacional de Productores de Coca (ANAPCOCA). Su objetivo era aglutinar a los productores de coca de La Paz y Cochabamba. Sin embargo, debido a diversos factores, este intento no llegó a funcionar como se esperaba.

Lucha contra el monopolio de los agencieros

El monopolio de los agencieros continuaba, por lo que las Federaciones Campesinas de los Yungas de La Paz, en un primer intento por romperlo, adquirieron en préstamo un espacio dentro del mercado Mariscal de Zepita de la Zona La Portada. Allí, los productores de coca podían vender la hoja directamente al consumidor, librándose de los engaños de los agencieros, quienes prometían un precio y pagaban otro.

Un segundo intento de abrir un mercado en la Zona de Villa Fátima tuvo una duración de solo tres meses. Los agencieros, en coordinación con los transportistas, impedían que los productores de coca llegaran al mercado para vender su producto directamente, obligándolos a volver a venderlo a los agencieros de la Zona Gran Poder.

La historia de la organización de los cocaleros en Bolivia es una historia de lucha y resistencia por la reivindicación de la hoja de coca y por el derecho a la libre comercialización de su producto.